Quito, 5 de junio de 2025. En una audiencia que marcó un punto de inflexión en la lucha por la integridad institucional del país, la Fiscalía General del Estado vinculó a tres nuevos actores clave en una presunta red de asociación ilícita que operaba desde el mismísimo Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs): Andrés Arauz, Esther Cuesta y Raúl González.
Estas nuevas vinculaciones se suman a las de Nicole Bonifaz, actual consejera del Cpccs, y los exconsejeros Augusto Verduga, Yadira Saltos y Eduardo Franco Loor, quienes ya enfrentaban cargos en el denominado caso Ligados.
🕵️♂️ Un plan encubierto para controlar el Estado
La trama revelada por el fiscal Wilson Toainga exhibe una supuesta operación silenciosa pero meticulosamente planeada. Una red que, lejos de buscar la representación ciudadana, habría usado el Cpccs como plataforma para capturar órganos de control, influir en la designación de autoridades clave y proteger intereses de una organización política.
La evidencia clave: extracciones de chats encontrados en los teléfonos incautados a Verduga —actualmente prófugo en México— en un allanamiento realizado en enero de 2025. Los mensajes mostraban pseudónimos, códigos y directrices, revelando la supuesta coordinación entre dirigentes del movimiento Revolución Ciudadana (RC).
Toainga fue enfático:
“El Cpccs fue transformado en la sede de un partido político para captar espacios de poder”.
🧩 Arauz, el operador estratégico
En esta red, Andrés Arauz, excandidato presidencial y actual dirigente de RC, aparece como el cerebro político detrás de la operación. Según la Fiscalía, desde finales de 2024, Arauz coordinaba desde el exterior, emitía órdenes a través de la app Wire, redactaba denuncias, organizaba recusaciones y decidía qué autoridades debían ser designadas.
Uno de los mensajes más contundentes, dirigido al exconsejero Verduga, decía:
“Por fa, el objetivo es que Alejandra Vivanco conste en la terna. Me pidió el mashi, ha sido amiga de él”.
Según el Fiscal, “el mashi” sería una alusión directa a Rafael Correa.
🏛️ Esther Cuesta y la jugada en la Asamblea
Esther Cuesta, expresidenta temporal de la Asamblea, fue señalada por su papel en el intento de nombramiento de Raúl González como Superintendente de Bancos. En enero de 2025, Cuesta habría retrasado deliberadamente la posesión de Roberto Romero, el designado legítimamente, y enviado una nueva consulta al Cpccs a favor de González.
Para justificar esta acción, Raúl González envió una carta solicitando no posesionar a Romero, bajo el argumento de que la designación no cumplía con una sentencia de la Corte Constitucional. Un movimiento que, según la Fiscalía, respondía a una estrategia coordinada para torcer la institucionalidad a conveniencia del grupo.
🧑⚖️ Medidas judiciales y reacción pública
La jueza Daniela Camacho impuso medidas sustitutivas a la prisión preventiva. Arauz y Cuesta deberán presentarse mensualmente ante la Corte Nacional; González deberá hacerlo cada 15 días en Guayaquil, además de tener prohibición de salida del país.
Desde México, Arauz reaccionó en su cuenta de X (antes Twitter):
“Ahora me quieren vincular por dos tuits…”.
Una defensa que, para la Fiscalía, minimiza la magnitud de las pruebas.
🧨 El origen de la investigación
Todo comenzó con una denuncia y un allanamiento al Cpccs el 24 de enero de 2025. En el dispositivo de Verduga, los fiscales encontraron una red cuidadosamente tejida para manipular procesos de selección de autoridades, con una meta clara: poner las instituciones del Estado al servicio de intereses particulares.
Según Toainga, se trató de una asociación ilícita con objetivos concretos: manipular, influir y dominar los poderes públicos.
🛡️ Una batalla por la institucionalidad
El caso Ligados se perfila como una de las investigaciones más significativas del año, no solo por los nombres involucrados, sino porque pone en evidencia el riesgo de politización de los organismos ciudadanos.
Mientras la justicia avanza, queda abierta la pregunta:
¿Se logrará depurar el Cpccs y blindar el Estado frente a la captura política?
La historia está en marcha. Y Ecuador observa.
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