22 de junio de 2025 – Oriente Medio vive su momento más tenso en décadas, tras una serie de ataques militares entre Israel e Irán que han desencadenado una crisis regional con impacto global. El conflicto, que por años se desarrolló de forma indirecta a través de aliados y milicias, ha escalado hacia una guerra abierta entre ambos países.
El punto de quiebre más reciente ocurrió el 13 de junio de 2025, cuando Israel lanzó la Operación “Rising Lion”, una ofensiva aérea contra instalaciones nucleares y militares estratégicas en Irán, entre ellas los complejos de Fordow, Natanz e Isfahan, así como blancos en las afueras de Teherán. Las autoridades iraníes confirmaron la muerte de varios miembros de alto rango de su Guardia Revolucionaria (IRGC) y científicos del programa nuclear.
En respuesta, Irán ejecutó su «Operación Promesa Verdadera III», disparando más de 150 misiles balísticos y drones hacia territorio israelí. Aunque la mayoría fueron interceptados por el sistema de defensa aérea israelí, los ataques activaron las alarmas en Tel Aviv, Haifa y Jerusalén, generando pánico y suspensión temporal de actividades públicas.
Dos días después, el 20 de junio, Irán amenazó con cerrar el estrecho de Ormuz, una vía crucial por donde transita el 20 % del petróleo mundial, encendiendo alertas en los mercados internacionales. El parlamento iraní incluso aprobó una moción en ese sentido, lo que disparó el precio del petróleo a máximos históricos de los últimos cinco años.
El 22 de junio, Estados Unidos respondió directamente con bombardeos a tres instalaciones nucleares iraníes. En una declaración contundente, el gobierno iraní afirmó que “la guerra ha comenzado” y advirtió que todos los ciudadanos y bases estadounidenses en la región son ahora objetivos militares.
Consecuencias inmediatas
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Miles de civiles han abandonado Teherán y otras zonas sensibles en Irán, temiendo nuevos ataques. Reportes hablan de una crisis humanitaria emergente en el norte del país.
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Israel mantiene sus ciudades en alerta máxima, con espacio aéreo restringido y refuerzos militares en sus fronteras.
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La comunidad internacional se encuentra dividida: mientras Estados Unidos, Reino Unido y Francia respaldan el derecho de Israel a defenderse, potencias como Rusia y China han condenado los bombardeos e instan a una desescalada inmediata.
Contexto del conflicto
Este enfrentamiento se suma a una cadena de eventos que inició con el bombardeo israelí al consulado iraní en Damasco el 1 de abril de 2024, y la posterior respuesta masiva de Irán el 13 de abril, cuando lanzó más de 300 misiles y drones contra Israel. Desde entonces, los ataques entre ambas naciones y sus aliados regionales —como Hezbolá y milicias hutíes— han sido constantes.
Un conflicto de consecuencias globales
La escalada militar amenaza con extenderse a todo el Medio Oriente, involucrando a actores como Líbano, Siria, Yemen y potencialmente Arabia Saudita. Además, el impacto económico global ya se siente en el alza del petróleo, la volatilidad de los mercados y el temor a una nueva ola de desplazamientos masivos.
La ONU ha convocado una reunión de emergencia, mientras analistas temen que este enfrentamiento marque el inicio de una guerra prolongada que podría alterar el equilibrio de poder regional y aumentar el riesgo de proliferación nuclear.
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