Riobamba, martes 24 de junio de 2025
La ciudad de Riobamba vuelve a estar en el centro de la preocupación nacional tras conocerse que Noé Salcedo, uno de los condenados junto a su hermano Daniel Salcedo a 13 años de prisión por varios delitos de corrupción, resultó herido durante una riña carcelaria ocurrida este martes en el Centro de Privación de Libertad de Chimborazo.

El reo había sido trasladado a esta cárcel el pasado domingo 22 de junio, procedente de otro centro penitenciario, apenas horas después de que se confirmara su sentencia. Según fuentes policiales, el incidente no fue un amotinamiento general, sino una riña entre reclusos, en la cual Salcedo fue atacado con armas de fuego y armas blancas, recibiendo múltiples heridas.

Tras el hecho, fue trasladado de inmediato al Hospital General de Riobamba, donde permanece bajo estrictas medidas de seguridad. Su estado de salud es estable, según el último parte médico.

Se activa el Código Plata

Ante el ingreso del reo al área de emergencias, se activó el protocolo de Código Plata, una alerta que se emite cuando hay riesgo de que grupos armados intenten rematar o rescatar a un interno dentro de un centro hospitalario. Esta medida generó preocupación entre el personal médico, los pacientes y sus familias, debido al riesgo potencial que representa la presencia del interno  de alto perfil criminal.

Ciudadanía exige explicaciones

El traslado de Noé Salcedo a Riobamba ha sido duramente criticado por la ciudadanía. Muchos recuerdan que, hace un año, Colón Pico —otro reo de alta peligrosidad— fue también trasladado a esta misma cárcel, desde donde logró fugarse días después. La población se pregunta por qué internos vinculados a organizaciones criminales y casos de alto impacto son llevados a una prisión considerada de mínima seguridad.

Hasta el momento, las autoridades del SNAI no han emitido un pronunciamiento oficial sobre los criterios que motivaron el traslado. En tanto, la Policía Nacional ha reforzado la vigilancia en el hospital y en el centro carcelario para prevenir nuevos incidentes.

Riobamba, nuevamente, se ve envuelta en un episodio que revela las fallas estructurales del sistema penitenciario ecuatoriano, y que pone en tela de juicio las decisiones institucionales sobre la seguridad de los ciudadanos.